Hipocloremia: El desequilibrio silencioso que puede afectar tu corazón
El cloruro regula líquidos, presión arterial, digestión y función nerviosa. Está en la sal de mesa y alimentos procesados. El exceso causa hipertensión; la falta genera desequilibrios graves. Es clave mantener un consumo adecuado según contexto y salud.
MACRONUTRIENTES
Dianelis Fernández Mena
7/22/20254 min read


El cloruro es uno de los principales minerales que nuestro cuerpo necesita en cantidades relativamente mayores para mantenerse sano. Podemos encontrar cloruro de forma natural en diversos alimentos, pero es común encontrarlo en forma de cloruro de sodio, también conocido como sal de mesa.
¿Cuáles son las funciones del cloruro?
Es nutriente contribuye al equilibrio de líquidos y electrolitos, ayuda a mantener la presión osmótica entre el interior y exterior de las células, colaborando con el sodio y el potasio en la regulación de fluidos corporales.
El cloruro también es importante para la contracción muscular y cardíaca, y para que las células nerviosas transmitan mensajes (impulsos nerviosos) entre el cerebro y el cuerpo. Además, este mineral es necesario para que los glóbulos rojos intercambien oxígeno y dióxido de carbono tanto en los pulmones (captando oxígeno y liberando dióxido de carbono) como en otras partes del cuerpo (transportando oxígeno y captando dióxido de carbono).
Por último, este nutriente favorecer la producción y liberación de ácido clorhídrico (HCl) en el estómago, fundamental para la digestión de proteínas y la absorción de nutrientes en el estómago, participa en la regulación del pH sanguíneo y tisular, contribuyendo a la estabilidad del medio interno.
¿Qué ocurre si consumo demasiado cloruro?
El valor de referencia dietético (VDR)* para adultos sanos es de aproximadamente 2300 mg de cloruro al día. La mayoría de las personas obtiene suficiente cloruro con una dieta normal; el exceso suele provenir de alimentos ultraprocesados altos en sal. La deficiencia real de cloruro es rara, aunque puede ocurrir por vómitos, diarrea intensa o uso de diuréticos, y provocar desequilibrios electrolíticos y acidez gástrica baja.
Un consumo excesivo de cloruro (de sal de mesa) se asocia con hipertensión arterial y retención de líquidos en predispuestos.


¿Qué alimentos contienen cloruro?
El cloruro se encuentra principalmente en la sal de mesa (cloruro de sodio) y en alimentos procesados que contienen sodio añadido. También se encuentra en cantidades más pequeñas en varios alimentos como verduras (tomates, lechuga, apio), algas, centeno, y en algunos mariscos y carnes.
El cloruro de sodio es la fuente más común de cloruro en la dieta., seguido d ellos alimentos procesados, como embutidos, salchichas, queso y patatas fritas, y condimentos como la salsa de soja, Worcestershire y kétchup.
¿Interactúa el cloruro con otros nutrientes?
El cloruro interactúa con nutrientes, como el sodio y el potasio, para ayudar a regular el equilibrio de líquidos en el cuerpo y la función celular. Además, el cloruro puede afectar la absorción de otros nutrientes, como el hierro y el zinc.
El cloruro, junto con el sodio y el potasio, es crucial para mantener el equilibrio hídrico, la presión arterial y el equilibrio ácido-base. Estos tres minerales trabajan juntos para regular el volumen de agua en el cuerpo y apoyar la función de las células musculares y nerviosas, mantener un equilibrio adecuado de estos nutrientes es esencial para la salud general, especialmente para prevenir la hipertensión.
La ingesta excesiva de cloruro de sodio puede afectar la eficacia de algunos medicamentos, como el litio, utilizado en el tratamiento de trastornos bipolares.
El ion cloruro (Cl⁻) es componente clave del ácido clorhídrico (HCl) en el estómago. Un pH gástrico óptimo promueve la solubilización de minerales, especialmente hierro y zinc, facilitando su paso al duodeno y su posterior absorción.
¿Qué ocurre si tengo muy poco cloruro?
La hipocloremia se produce cuando los niveles de cloruro sérico caen por debajo de 96–98 mEq/L, indicando un desequilibrio electrolítico que puede alterar múltiples funciones fisiológicas.
Cuando disminuye la producción de HCl, podemos experimentar síntomas como hipertonía muscular, tetania y calambres frecuentes debido a la alteración de la excitabilidad neuromuscular, bradicardia, arritmias y hipotensión por descompensación del sistema cardiovascular, bradipnea o depresión respiratoria en casos severos, provocando insuficiencia respiratoria, irritabilidad, agitación psicomotriz, confusión y, en situaciones extremas, pérdida de conciencia o coma.
¿Cuándo debo prestar especial atención a mi consumo de cloruro?
Existen situaciones en los cuales la absorción de cloruro de puede ver afectada, una de las más comunes es las pérdidas agudas de líquidos por vómitos intensos, diarrea o sudoración excesiva pueden reducir rápidamente tus reservas de cloruro y otros electrolitos. El uso de diuréticos tipo tiazidas o de asa que aumentan la excreción renal de cloruro y sodio, favoreciendo desequilibrios y en enfermedad renal donde puede alterar la capacidad de filtrar y reabsorber iones, elevando o disminuyendo el cloruro sérico.
Es importante evaluar también si estamos con una dieta restringida en sal debido a que es esta la ingesta mayoritaria de este nutriente y en esos casos deberíamos evaluar el uso de electrolitos, para no desencadenar déficits silenciosos.

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