Icosapento de etilo vs Omega-3: ¿Cuál omega 3 protege mejor tu corazón?

Potencia tu salud cardiovascular con icosapento de etilo: el EPA puro que supera a los omega-3 convencionales. Descubre los resultados del estudio REDUCE-IT y aprende cómo reducir eventos cardíacos mayores de forma segura y efectiva.

OMEGA 3SALUD VASCULAR

Dianelis Fernández Mena

9/29/20253 min read

Cçapsulas de Omega 3, el icosapento de etilo es una opción mejor según estudios científicos
Cçapsulas de Omega 3, el icosapento de etilo es una opción mejor según estudios científicos

Durante mucho tiempo, los ácidos grasos omega-3 han sido reconocidos como aliados fundamentales para la salud cardiovascular. Sin embargo, es importante comprender que no todos los omega-3 son iguales, y estas diferencias tienen un impacto significativo cuando se trata de proteger el corazón. Los dos tipos más conocidos de omega-3 son el EPA (ácido eicosapentaenoico) y el DHA (ácido docosahexaenoico), que normalmente se encuentran juntos en suplementos y alimentos, pero sus efectos en el organismo pueden variar de manera notable.

EPA puro vs combinaciones de omega-3

El EPA puro, como el que se utiliza en el medicamento icosapento de etilo (IPE), ha sido objeto de importantes investigaciones clínicas, destacando el estudio REDUCE-IT, donde se demostró que el IPE puede reducir significativamente los eventos cardiovasculares mayores en personas de alto riesgo. En contraste, las combinaciones de omega-3 que incluyen tanto EPA como DHA no han logrado demostrar la misma contundencia en la reducción de estos eventos. Un aspecto relevante es que el DHA, aunque es beneficioso para la salud cerebral y ocular, puede elevar el colesterol LDL (colesterol “malo”) en ciertos individuos, lo que podría contrarrestar los efectos positivos del EPA sobre el corazón.

¿Qué son los Omega-3 tradicionales?

Los omega-3 tradicionales suelen contener mezclas de EPA y DHA, presentes en aceites de pescado, krill y algas. Estos suplementos se utilizan ampliamente para disminuir los niveles de triglicéridos, además de ofrecer beneficios para la salud cerebral y ocular. Sin embargo, no todos los productos con omega-3 cuentan con respaldo científico sólido para la prevención de enfermedades cardiovasculares. De acuerdo con la Asociación Americana del Corazón (AHA), se recomienda una dosis diaria de 1 g de la combinación EPA/DHA para reducir el riesgo cardiovascular y de 2-4 g/día para disminuir los triglicéridos, logrando una reducción moderada de aproximadamente el 21%. No obstante, el uso de dosis elevadas puede provocar efectos secundarios como fibrilación auricular y hemorragias leves, lo que limita su seguridad en ciertos pacientes.

¿Qué es el Icosapento de etilo (IPE)?

El Icosapento de etilo es el éster etílico purificado del ácido eicosapentaenoico (EPA), y representa una alternativa terapéutica avanzada en la prevención cardiovascular. Aprobado por las agencias reguladoras FDA y EMA, el IPE se administra a una dosis de 4 g/día (2 g dos veces al día) en pacientes con triglicéridos elevados y enfermedad cardiovascular establecida, o en personas con diabetes que presentan factores de riesgo.

Su eficacia es superior, ya que logra reducir los triglicéridos entre un 40% y un 55%, mucho más que los omega-3 convencionales. Además, no contiene DHA, por lo que no incrementa el colesterol LDL.

El Icosapento de etilo (IPE) destaca por sus múltiples mecanismos de acción: tiene efectos antiinflamatorios, antitrombóticos, estabiliza la placa aterosclerótica y mejora la función del endotelio vascular. Esto se traduce en una reducción del riesgo de infarto, ictus y muerte cardiovascular. El estudio REDUCE-IT, realizado en más de 8,000 pacientes, demostró una reducción del 25% en eventos cardiovasculares mayores con el uso de IPE. Por otro lado, investigaciones como los estudios STRENGTH y VITAL, que analizaron omega-3 mixtos, no encontraron beneficios significativos en la prevención de enfermedades cardiovasculares.

¿Cuál elegir?

A la luz de la evidencia científica actual, es fundamental diferenciar entre los omega-3 convencionales, útiles principalmente para reducir triglicéridos y mejorar funciones cerebrales y visuales, y el EPA puro (IPE), que ha demostrado ser un verdadero agente terapéutico para la protección cardiovascular.

Para quienes buscan una prevención efectiva de eventos cardíacos, el IPE ofrece ventajas claras y comprobadas sobre los omega-3 tradicionales, convirtiéndose en una opción preferente en pacientes de alto riesgo.