Inmunidad en riesgo: Factores que debilitan tu sistema de defensa

¿Qué factores debilitan nuestro sistema inmune?

Nuestros estilos de vida tienen un impacto significativo en nuestra salud física y mental, incluyendo nuestra capacidad funcional. En los últimos años, diversos estudios han destacado factores que pueden debilitar el sistema inmunológico y aumentar la susceptibilidad a infecciones y enfermedades. A continuación, se describen algunos de los más destacados:

Dieta

La dieta diaria debe establecerse buscando cubrir las necesidades de macro y micronutrientes. Sin embargo, la ingesta inadecuada de micronutrientes es común y, en algunos casos, llega a la deficiencia. Para mantener una función inmunológica óptima, es esencial incluir alimentos que proporcionen nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes. Reducir el consumo de productos ultraprocesados, ricos en grasas y azúcares añadidos, también es crucial, ya que estos incrementan el riesgo de inflamación crónica sistémica, tanto directamente como al inducir obesidad y disbiosis intestinal.

Edad

El envejecimiento está asociado con una disminución en la función inmunológica, lo que aumenta la susceptibilidad y frecuencia de infecciones y enfermedades en personas mayores. Además, con el paso del tiempo, la absorción de nutrientes como las vitaminas A, B12, C, D y E, así como minerales como hierro, cobre, selenio y zinc, disminuye, afectando negativamente la salud inmunológica. Estas carencias impactan desde la función de barrera de la piel hasta la capacidad de los macrófagos, las células NK y las células B para producir anticuerpos.

Salud mental

La dieta diaria debe establecerse buscando cubrir las necesidades de macro y micronutrientes. Sin embargo, la ingesta inadecuada de micronutrientes es común y, en algunos casos, llega a la deficiencia. Para mantener una función inmunológica óptima, es esencial incluir alimentos que proporcionen nutrientes esenciales como vitaminas, minerales y antioxidantes. Reducir el consumo de productos ultraprocesados, ricos en grasas y azúcares añadidos, también es crucial, ya que estos incrementan el riesgo de inflamación crónica sistémica, tanto directamente como al inducir obesidad y disbiosis intestinal.

Transtornos del sueño

La falta de un descanso reparador, tanto en calidad como en cantidad, afecta negativamente la función inmunológica al reducir la producción de células inmunitarias y aumentar la inflamación. Un sueño no reparador puede retrasar la reparación epitelial, alterar el desarrollo de las células innatas y disminuir la capacidad de las células B para sintetizar anticuerpos. En personas con trastornos del sueño, se ha observado una reducción en los niveles de vitaminas B6, B12, D, así como de minerales como zinc y cobre. Además, una ingesta insuficiente de ácido fólico y vitamina B12 se ha relacionado con menor duración del sueño. La vitamina B6, que contribuye a la producción de serotonina y dopamina, es clave para regular el ciclo del sueño, un aspecto crucial para manejar el estrés y mantener una buena salud.

En casos de trastornos del sueño, es recomendable evaluar los niveles de hierro, cobre, selenio, zinc y vitaminas A, B6, B9, B12, C, D y E, ya que estos nutrientes favorecen el funcionamiento del sistema inmunológico y pueden ayudar a mejorar la calidad del sueño.

El sistema inmunológico está estrechamente relacionado con diversos aspectos del estilo de vida, como la dieta, la edad, la salud mental y el sueño. Adoptar hábitos saludables puede marcar una diferencia significativa en la capacidad del cuerpo para protegerse contra enfermedades y mantener un equilibrio óptimo.